En los incógnitos lugares para asesinos se encontraba él. Parecía alguien sometido, basura, nada. Su bozal descansaba en gran parte de su cara y su ama tenía la correa con autoridad. Pero yo lo sé, tengo la seguridad de lo que hace cuando nadie le presta atención. Sueño con ser igual a él, Un asesino vestido de víctima. La policía piensa que fue secuestrado y está aquí en contra de su voluntad.
Por mi lado, al fin llegué a los primeros 100 puestos de asesinos élite. Con los giros de la vida, se decretó que los asesinos de élite (100 en total) tienen derecho a matar sin cargar con las consecuencias. Es de locos, mas, lo hace menos divertido puesto que, no habrá adrenalina por huir a tiempo ni la esperanza reflejada en los ojos de la víctima. Cada noche anuncian a los asesinos más hábiles y el nombre de muertes, espero estar un día allí, en la pantalla. Una cosa que ronda por mi cabeza son las amenazas que llegaron esta mañana a mi puerta. Soy el asesino nº 98, el nº 97 se encuentra en todo su derecho de estar asustado por si le llego a quitar el puesto. Y solo hay una manera de ascender: arrebatando el poder de las manos del anterior y así sucesivamente.
Mis hermanos de preparación (el orfanato, criadero de asesinos) un día despertaron muertos por culpa de un envenenamiento en su comida. Jamás se supo quién fue. Fui el único sobreviviente, qué cosas tan extrañas... Dije que quería ser el mejor, lo seré y punto.
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